Quercus Robur
Palabras clave: Luchador pese al desaliento y las dificultades
Transformación: Fuerza
Chakras afines: Plexo solar
“Para quienes se debaten y luchan denodadamente por su bienestar o en relación con los asuntos de su vida cotidiana. Intentarán una cosa tras otra aunque su caso pueda parecer sin esperanzas. Seguirán luchando. Están descontentos con ellos mismos, si la enfermedad interfiere con sus deberes o les impide ayudar a los demás. Son personas valientes que luchan contra grandes dificultades, sin perder la esperanza ni abandonar el esfuerzo”. Edward Bach
Las personas oak tienen la fortaleza de un roble. Son personas dedicadas totalmente al trabajo y esa fortaleza está canalizada a todos sus esfuerzos laborales y parecieran ser adictos al trabajo, por esta razón, no reconocen cuando están cansados, enfermos o han perdido la pasión por lo que hacen, simplemente trabajan arduamente e incluso, debido a la sobrecarga laboral, pueden llegar a deprimirse o desanimarse, sin embargo, esto no lo externa ni busca quejarse, tampoco encontrarán (ni buscarán) un tiempo para poner un alto a su ritmo, sanar, descansar o simplemente recargar pilas. Si hay algo que les caracteriza es su infinita resistencia y paciencia, su persistencia les hace lograr sus objetivos pues no abandonan nunca sin importar los obstáculos que pueda enfrentar. Más que por pasión, trabaja por deber.
Las personas oak pueden generar enfermedades como las contracturas musculares, tensiones, esclerosis o la pérdida de elasticidad, de cierta forma, la dureza y rigidez con la que ellos mismos se tratan, es reflejada en la dureza y rigidez de su propio cuerpo.
La esencia de oak, brinda a la persona de perseverancia, resistencia, confianza y fortaleza para poder enfrentar la vida pero al mismo tiempo, da la apertura, flexibilidad y sentido común para saber cuando luchar y cuando soltar, cuando entregarse al trabajo y cuando darse un tiempo para descansar, cuando trabajar con disciplina y cuando escuchar al cuerpo para darle un lugar también y escuchar sus necesidades, logrando con todo esto, un equilibrio entre lo que se da y se recibe, entre el tiempo y esfuerzo que se le dedica al trabajo y el tiempo que se le debe a si mismo.